creí que justo ahora estaría tocando tus piernas.
como debe tratarse un problema:
Entre pensando cada paso, pero actuando a la vez.
No es que te llame problema,
es que el problema es que no voy a querer
despegarme de ti si te sigo tocando.
y sus ojos como queriendo no ver nada,
completamente cerrados.
Usando la técnica de dejar de usar la vista
para subirle la intensidad al sentido del tacto.
Yo, para no perderme ni un detalle de ella,
los tenía todos intactos
y mi corazón haciendo un pacto con mi pecho
de que amortigüe cada latido
que, con cada respiro
que ella hace al borde de mi oído,
el corazón pareciera que se me va a escapar.
fue que el tiempo paso volando.
Así como volando estaba yo por sobre sus caderas,
y cada vez que mi boca aterrizaba de emergencia,
no me tenias paciencia, pues, volvía a despegar.
disfruto ser un mal piloto,
porque así noto las ganas que tienes de que arribe,
así sea con violencia.
Ahora descubre que sentir es mejor que ver,
que tocar es mejor que hablar
y que probar es mejor que oler.
Sintamos, toquemos y probemos hoy.
Y te aseguro que me verás, te hablaré y respirarás mañana.
pero tú hiciste que esto fuera un poco más lejos.
Me observo en el espejo,
en el reflejo de la copa de vino,
en la botella de cerveza,
en el caballito de tequila y no tengo referencia.
en esa fecha nombrada nunca.
Justo cuando el reloj no marcaba la hora,
estaba yo sintiendo lo mismo.
Y yo tan sólo quería vivir
un momento inigualable, no pedía mucho,
pero tú hiciste que fuera mucho más,
tan sólo por ser tú.
tus lugares, tus pensares, tus tentares,
tus rituales, tus señales, tus modales, tus instintos,
tus mares, tus ideales y cada uno de tus males.
Conquistando por el litoral
hasta llegar a la capital de tu pecho.
mi sombra a contraluz eclipsando tu vientre,
mi sombra a contraluz eclipsando tu ombligo,
mi sombra a contraluz eclipsando tu abdomen,
mi sombra a contraluz eclipsando tu pecho,
mi sombra a contraluz eclipsando tu cuello,
mi sombra a contraluz eclipsando tu boca
mi sombra a contraluz se durmió en tu boca y permanece.
Allá arriba no lo hubo, pero acá no se equivocaron.
Fue el mejor eclipse lunar
y lástima que sólo lo apreciamos los dos.
Nadie lo estudió, nadie lo predijo,
nadie dijo que tú serías la eclipsada
y nadie me dijo que esta noche yo eclipsaría.
Pero ojalá hubiesen podido ver en su piel
como poco a poco iba anocheciendo.
ya amaneció, pero la luna sigue a mi lado.